Este cómic es una obra diferente y alejada de tópicos superhéroicos, protagonizada por personas que obtuvieron sus poderes accidentalmente, concretamente niños nonatos que antes de su nacimiento se ven expuestos a un acontecimiento extraordinario, la caída de un meteorito, y como este dota de poderes especiales a un total de 113 niños.
Este cómic nos va a narrar lo que sucede con estos niños y su posterior paso a la vida adulta, y todo lo que conlleva tener poderes en un mundo que no ha visto nunca algo semejante. Esta obra no es la típica superhéroica, ya que no hay una amenaza real o un villano al que enfrentarse, sino que las amenazas son más mundanas, y a veces llegan incluso de entre ellos mismos, como deja claro el narrador al final del número uno.
La narración se realiza a modo de diario, en donde uno de esos 113 niños cuenta la historia de estos, como les afectaron los poderes en su vida, y como llego a cambiarla, para bien o para mal. Como vemos su propuesta es diferente, situando a estas personas en un mundo real, en donde la gente les temerán o los alabarán; algunos de ellos no tendrán problemas en utilizar sus poderes, mientras que otros intentarán reprimirlos y no utilizarlos.
Siempre he pensado que esta serie paso demasiado desapercibida en su momento, que debería haber causado más impacto en el mundo del cómic del que tuvo. Cuando contemplamos una obra del género que sea en torno a superhéroes pensamos irremediablemente en que tienen que luchar contra una gran amenaza, y en donde los héroes tienen que luchar para acabar con ella. No siempre esto es así, y sino pensemos en Watchmen, una obra que pone a los protagonistas en un mundo con sus problemas y desafios.
Por supuesto Watchmen es una obra más compleja, y por ello se la considera como una de las mejores obras que ha dado el noveno arte, pero si las comparo es por el hecho de que realizan un acercamiento diferente hacía los superhéroes. Por ejemplo, en ninguna de las dos series aparece un enemigo que sea claramente la amenaza contra la que hay que luchar, sino problemas más mundanos y más difíciles de combatir.
Toda la serie de Rising Stars por supuesto ha sido escrita por Straczynski, mientras que el dibujo corrió ha cargo de Keu Cha, con la salvedad del número 0, que dibujo Gary Frank. El dibujo es el típico que se realizaba por algunas editoriales, en los noventa, que muestran trazos exagerados, como en los vistos en las obras publicadas por Image, como en Spawn de Todd McFarlane.
Viendo estos dibujos ahora en pleno 2020, me pregunto como estos pudieron perdurar tanto tiempo, ya que aunque no son en si mismos malos, si que son bastante diferentes y que no son del gusto de todo el mundo por cierta exageración.
RISING STARS #0-1
Estos dos primeros números sirven para introducirnos a los personajes y al mundo que les rodea, así como para ir avanzando un poco las amenazas que llegarán en un futuro. Por el momento se centran en contarnos sobre su concepción y el porque de la decisión de recluirlos en un centro para tenerlos controlados.